Toda intervención debe cumplir los principios básicos de la restauración de patrimonio: que sea estable, que se muestra discernible y pueda ser reversible.
Con la recuperación del patrimonio no estamos solamente rescatando del olvido obras que acusan el paso del tiempo; con estas piezas estamos poniendo ante nuestros ojos otras épocas, antiguas formas de entender la fe, el arte y la devoción. Somos custodios de una herencia que debemos transmitir de la mejor manera posible, y que la identidad del pasado y el trabajo del presente puedan ser cimientos de próximas generaciones.
Una de las características fundamentales a la hora de concebir la identidad de la Fundación, es la labor del Centro de Conservación y Restauración del monasterio de Santa María Valbuena, sede de Las Edades del Hombre a orillas del Duero.
Aquí se trabaja por la recuperación de piezas que han sufrido el paso del tiempo y necesitan ser tratadas para que perduren en el tiempo.
A lo largo de los años, por estos talleres han pasado obras pictóricas, escultóricas, textiles, pétreas o de orfebrería de algunas de las mejores artistas de la historia del arte internacional, de la misma forma que otras de carácter devocional de parroquias, cofradías, galerías o propietarios particulares. En unas modernas instalaciones de 400 metros cuadrados se combinan técnicas y procedimientos tradicionales con soluciones, materiales y tratamientos actuales como tecnologías infrarrojas, luces ultravioletas o procesos de anoxia.
De las más de 5.000 piezas expuestas en las ediciones desde el año 1988, alrededor de un tercio de estas han sido intervenidas por los profesionales del Centro de Conservación y Restauración.